Pero...¿Que podemos hacer para que los niños sean personas seguras de si mismo?
¿para que superen miedos, y sean capaces de ser precavidos? ¿que vivan aventuras y recorran mundo, pero que aprendan a valorar los riesgos? que aprendan de todo y que ante todo ¡sonrian!
Pues me dá que la receta solo tiene un nombre: AMOR, ¿que amor? Pues que mejor que el amor que desprenden los besos, los abrazos, las palabras de aliento, las miradas, las caricias y todos esos gestos de mama, de papa, de los hermanos, los abuelos, la gente que les rodea, que cada dia dedican aunque sea un segundo de sus vidas a compartirlo con ellos.
Sin duda somos ejemplo, el modelo que seguirán, las formas de actuar que tendran, somos un 99% de lo que serán, ¿porque no autoanalizarnos y dividir en nosotros mismo, lo que queremos dar, y lo que no...?
Bueno, tenía ganas de acabar el año con una reflexion, que me parece (muy) importante, y que creo que merece ser el cierre de 2010, el ultimo pensamiento de 2010, que merece ser el primer gesto que hagamos en 2011.
Y como no, la recomendacion que merece esta entrada, el titulo lo dice todo, el libro no para de hablar en ningun momento, y no solo en el texto, sino por todo el en sí.
UN ABRAZO (uno o mil... todos son terapia, siempre)


Y como no, un abrazo fuerte, ¡pasalo!
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